Tatuaje de David Hinojosa, lider de la Vagancia Fuente lavaganciaecuador.blogspot.com
Se apagan las luces y la percusión marca el ritmo de la cumbia base argentina. Entre humo, flashes, y luces de distintos colores, aparece David Hinojosa, conocido en el mundo cumbiero como “El Che”, quien con voz poco melodiosa empieza a cantar “Longa Sucia” el máximo hit de La Vagancia, agrupación pionera en la nueva movida tropical ecuatoriana. Cientos de voces empiezan a fusionarse con la voz de “El Che” para que al unísono suene, “Te di, como nadie te ha dado, tiramos tanto tiempo en vano”. En ese momento el cuerpo de los cumbieros empiezan a moverse al compás de la música, como si el güiro y su cuerpo fuera uno solo.
“El Che” a través de sus faros ilusorios nos transporta a aquellos momentos en los que incansablemente entonaron los mejores golpes musicales hasta consolidarse como una de las mejores bandas en su género, sin olvidar que el apoyo de sus amigos del barrio Rumiñahui, a quienes con cariño cumbiero los llama “La Vagancia de la Ruma” fue incondicional.
Para David, “la banda empezó como un hobbie, como una inversión de tiempo, una pasión que resucita los esclavos suspiros de la cotidianidad. A pesar de la dificultad por conseguir los recursos materiales como financieros se conformó a este mundo como algo posible, y es a principios del 2007, cuando se presenta por primera vez la agrupación, ante unas 8.000 personas que festejaban el día del trabajador al ritmo del octopad que en tres tiempos cumbia latía”. “La Vagancia” empezó a dar sus primeros pasos en el mundo de la música tropical ecuatoriana. En un escenario improvisado tocaron sus primeras canciones como covers de los Pibes Chorros, Re piola, El Empuje y Damas Gratis, bandas de renombre en la movida musical argentina.
Aquellos que asistieron mueven incansablemente sus brazos, el cansancio aún no los toma por los hombros para desplazarlos hasta la calidez de sus hogares, ahora es el turno de una nueva cumbia popular propia de las barras bravas de Quito “No me vuelvo a enamorar”, canción original de Re piola. Cada una de las palabras es coreada por los cumbieros, como si el equipo de cada uno de ellos estuviera en la cancha, jugándose el honor. “El Che”, hincha confeso de El Nacional, sin ser la excepción, la entona religiosamente, rememorando aquel tiempo en que el “Bi Tri” consiguió su último campeonato en el torneo nacional.
Durante sus cuatro años de vida artística “La Vagancia” compartió escenario con bandas y solistas de renombre internacional como Anarkia Tropikal de Chile, La Sonora Dinamita de Colombia, William Luna de Perú, y Los Kjarkas de Bolivia. Ganaron el premio "Mis Bandas Nacionales", como artista revelación en el género cumbia, incluso fueron los ganadores del "2do. Festival Interbarrial de la Canción". Para “El Che”, “esto le ha servido a la agrupación como un impulso para seguir superándose y llegar a ser un exponente dentro de la movida tropical latinoamericana, tal como lo es Lisandro Meza o lo fue Lucho Bermúdez”, mencionando que su mayor logro es el cariño de la gente, la pasión con que corean sus canciones mientras ellos desde una tarima las entonan bañados por la cadencia de su más sabroso compás, por aquel un, dos, tres, por el siempre vivo y recurrente sazón cumbiero, muy suyo… muy vuestro.
De repente, parece que los directores optaron por cambiarnos de género, y es momento de bailar y cantar reggae. ¿Qué sucede? Se preguntan unos; otros a través de un mohín que traza unas cuantas líneas de expresión en su rostro, demuestran su descontento por la música que a media pieza de sonar. El reggae se adueña del ambiente y con su ritmo y tonalidad se adentra por sus cuerpos. Armoniosos y despacio, de lado a lado se desplazan, los brazos son los primeros en corearlo. Súbitamente los cumbieros elevan los suyos para acompañar a los demás en su alegría musical, y lento pero sin prisa se fusionan cumbia y reggae, mientras “El Che” grita, “Para muestra un botón, La Vagancia llegó, La Vagancia llegó”. En medio de los gritos, se escucha un pedido, es el nombre de una tonada, para algunos desconocida, para otros la predilecta, “El Sueño de Bolívar”, “El Sueño de Bolívar” aclaman aquellos amantes de las canciones combativas de la agrupación que junto a “Reproche Social” en el CD “Markando Territorio” dieron un enfoque a la sociedad.
Acaban de sonar las últimas piezas aclamadas y los timbales junto al güiro no dejan de marcar el ritmo de la cumbia base. Todos saben que es el final del concierto, pero “La Vagancia” no se va a despedir sin tocar el set de música nacional “El Che” grita, “Y se prendió la fiesta”, y de forma inmediata se saca su buzo marca adidas para indicar una camiseta blanca con la leyenda “Antifascismo” es el turno de “Pasito Tun Tun”, “La Carpuela”, “El Borrachito”, “Cariñito” tonadas de la música popular ecuatoriana. Emocionados los cumbieros las cantan y con melancolía dibujada en su rostro saben que han marcado el pasado, marcan el presente y serán el punto que marque aquel futuro indescifrable de la música tropical ecuatoriana.
Abajo los brazos, fuera suspiros y por fin un descanso. Sabían que este momento llegaría, era cuestión de horas, pero lo disfrutamos dicen algunos, mientras otros con una gran sonrisa le mencionan a su acompañante que valió la pena acudir al concert.
Las luces pronto se apagaran, el escenario se desmontará, los artistas se irán y el público amante de este género musical abandonará el lugar. La desolación llegará, y el recuerdo de las letras puñaleras vibrará en el airoso firmamento, cargado de humo de tabaco, testigo del despecho. Sólo el insonoro eco quedará guardado… en aquella caja metal humana de unos cuantos… de unos pocos… o quizás de todos. ¡El concierto ha terminado!
Presentación de la Vagancia en el Kitu Raymu 2008 Fuente: lavaganciaecuador.blogspot.com
PRESENTACIÓN DE LA VAGANCIA POR SUS 5 AÑOS
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